Mantenimiento al Ordenador

¿PORQUE ES NECESARIO HACER UN MANTENIMIENTO AL PC?

Para que todo funcione correctamente y evitar posibles errores y fallos, es necesario realizar un Mantenimiento de nuestro Equipo tanto en el ámbito Físico, como en el de Programación, por ello vamos a tratar de exponer en esta Sección algunos procedimientos de mantenimiento sino bien imprescindibles al menos sí recomendables para mantener nuestro PC en correcto funcionamiento.

 
Empezaremos por hacer mención a algunos problemas típicos que nos suceden cuando instalamos o desinstalamos muchos programas, y no utilizamos herramientas adecuadas para la desinstalación de esos programas que ya no usamos, como consecuencia de esto, nuestro PC se vuelve lento y nos preguntamos cómo es posible que siendo una máquina tan veloz y con tantos recursos, actué de esa manera.

 
En estos casos es muy conveniente tener instalados programas específicos para estos temas que realicen una desinstalación completa de aquellos programas que ya no utilizamos, pues si no iremos almacenando ficheros y bibliotecas que no nos hacen falta que aumentan el tamaño del registro de Windows, y que quitan recursos a nuestro PC.

Por nombrar alguno de estos Programas uno que va muy bien es el RegCleaner, el cual está disponible en muchos idiomas, entre ellos el español. Otro Problema típico que conviene nombrar es cuando apagamos de forma incorrecta nuestro PC, ya sea por inestabilidad en el Sistema (que se quede colgado), por corte de luz, o por malos hábitos de utilización, en estos casos no debemos pasar por alto el hecho realizar a nuestro PC un chequeo que nos revise la integridad de nuestro disco o discos en busca de errores, para ello, podemos utilizar la herramienta Scandisk la cual la incluye nuestro Sistema Operativo Windows.

También es conveniente cada cierto tiempo, tiempo que dependerá en función del uso que se le haga al PC, y de en qué cantidad instalamos o desinstalamos programas en el PC, realizar una operación de Desfragmentación del Disco, para organizar la información que tenemos en él, que a consecuencia de tantos procesos se ha desordenado, para ello podemos utilizar una utilidad de la que dispone Windows, la cual podremos encontrarla en Inicio->Programas->Accesorios->Herramientas del Sistema, o utilizar otras que realizan esta tarea muy eficientemente como es el caso de Diskeeper lite 7.0418., una utilidad que además de ser gratuita es de los mejores Programas para desfragmentar discos.


Tenemos también que nombrar como no, el hecho de eliminar cada cierto tiempo, archivos temporales que se guardan en nuestro PC, y que no hacen más que ocupar espacio en el Disco, como es el caso de los archivos temporales de Internet, que podemos eliminarlos entrando en el Internet Explorer, y desde el menú Herramientas->OpcionesdeInternet->General->
Eliminar archivos
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COMO MANTENER EL ORDENADOR EN PERFECTO ESTADO.

 

Hay un tema de suma importancia y que solemos descuidar bastante, que es la limpieza (física) del ordenador. La acumulación de polvo dentro del mismo puede traer muy graves consecuencias, casi todas ellas relacionadas con el exceso de temperatura, y pueden ir desde un mal funcionamiento del equipo hasta que se estropeen componentes tales como el procesador, la tarjeta gráfica, el disco duro e incluso los módulos de memoria y la placa base.

En un ordenador, la gran mayoría de componentes generan calor y este debe ser disipado de alguna forma. Pues bien, el primer enemigo para que este calor se disipe es el polvo que se acumula en el disipador del procesador, ranuras de ventilación, ventiladores, memorias, placa base, etc.


Para la limpieza de nuestro PC no necesitamos ninguna herramienta rara ni cara, aunque sí es conveniente disponer de un bote de aire comprimido o bien de cualquier aparato que nos permita enviar aire a presión a los sitios donde no podamos acceder (este aparato puede ser un inflador de esos que venden para inflar pelotas, colchones de playa, un secador de pelo potente, pero siempre con el aire frío, etc.). Las herramientas que vamos a utilizar son:

- Un destornillador tipo Philips (de estrella).

- Una brocha de pintar (que no sea muy grande ni con el pelo muy duro).

- Un trapo limpio (a ser posible de algodón).

- Una goma de borrar.

- Un poco de alcohol.

- Un tubito de pasta térmica (la venden en algunas tiendas de informática y en tiendas de electrónica).

 


Primero desconectamos todos los cables del ordenador y buscamos un bien sitio donde hacer la limpieza, ya que vamos a ensuciar bastante (dependiendo de cómo este nuestro ordenador).


A continuación quitamos la tapa de la caja para acceder a la placa base y demás componentes del ordenador y nos aseguramos de que estamos libres de electricidad estática (lo podemos hacer tocando cualquier elemento metálico que esté conectado a la pared, suelo, etc.) y procedemos a desconectar los cables IDE y de la disquetera (los anchos, normalmente grises) del ordenador, tomando buena nota de cómo están conectados para volver a conectarlos después correctamente.

 
No es necesario quitar todos los cables, solo los que estén muy sucios y los que nos impidan acceder a algunos elementos que tengamos que limpiar. Una vez quitados estos cables, desmontamos las tarjetas VGA y PCI que tengamos (hay que recordar donde estaban puestas para volver a colocarlas después). Es el momento de, con la brocha y sin darle muy fuerte, quitar la parte de suciedad mayor, como pelusas y polvo en general. También despejamos de polvo y pelusas las rejillas de ventilación de la caja y limpiamos bien los ventiladores auxiliares que tengamos, así como las rejillas de la fuente de alimentación.

 
Con un trapo o papel húmedo (preferiblemente en alcohol) limpiamos el fondo de la caja, donde se nos habrá acumulado bastante suciedad. Ahora vamos con la limpieza del disipador del microprocesador. Por supuesto, lo ideal es quitar el disipador para limpiarlo, pero hay algunos disipadores que no son nada fáciles de quitar, como los de los AMD K7 (normalmente hay que ayudarse con un destornillador plano), algunos de placas antiguas (P-III, AMD K6) y los nuevos de Intel 775 (de estos hablaremos aparte).

Si no podemos quitar el disipador, quitamos el ventilador, que suele estar cogido con 4 tornillos al disipador, y lo limpiamos muy bien con la brocha y con aire a presión. A continuación, con la brocha, limpiamos muy bien las láminas del disipador para dejarlas totalmente libres de pelusas y de polvo, terminando esta operación también con aire a presión si tenemos.

No debemos usar nada húmedo para limpiar estos elementos, ya que el polvo se adheriría más a las superficies, formando una película que impediría que ventilase bien. Una vez que tengamos bien limpio el disipador, limpiamos de nuevo los alrededores con la brocha y con aire a presión y montamos el ventilador. Si podemos quitar el disipador (OJO, solo si disponemos de la pasta térmica), quitaremos el disipador con muchísimo cuidado, ya que:

1º.- Los anclajes del socket se pueden romper.

2º.- Muy a menudo se viene el procesador pegado al disipador.

Si se viene el procesador pegado al disipador, lo despegamos con muchísimo cuidado (no usar ninguna herramienta para despegarlo, simplemente con la mano y haciendo movimientos giratorios suaves. Si no conseguimos despegarlo, le podemos dar por los bordes con un bastoncito de esos que se usan para los oídos y un poco, pero solo un poco, de alcohol) y procurando no tocar la cara de los pines. A continuación limpiamos bien la parte inferior del disipador de restos de pasta térmica. Así mismo, limpiamos el procesador de restos de pasta. Esto lo haremos con un trapito un poco humedecido el alcohol y después lo secaremos muy bien. NUNCA emplear agua ni ninguna herramienta para hacer la limpieza del micro ni del disipador.
Una vez quitada la pasta térmica del disipador, procederemos de la misma forma que en el caso anterior, desmontando el ventilador y limpiando muy bien el disipador. Una vez q estén bien limpios, volvemos a colocar el micro (levantamos la palanquita que tiene el socket, lo fijamos bien, pero siempre sin forzarlo, echamos un poco de pasta térmica y volvemos a colocar el disipador. Es muy importante procurar no tocar los pines, ya que son bastante frágiles y se doblan con mucha facilidad. En el caso de los disipadores de los procesadores INTEL 775, sobre todo los originales de INTEL, estos son un poco complicados de quitar y volver a poner y el ventilador no se puede quitar, ya que va cogido con unas pestañas de plástico, bastante frágiles, a presión. En este caso, limpiaremos con la brocha lo mejor posible a través del ventilador y por los laterales y daremos bastante aire a presión, hasta asegurarnos de que ya no sale polvo y de que quede libre de pelusas. Una vez que tengamos puesto de nuevo el procesador, quitamos las memorias y limpiamos muy bien la placa base con la brocha y el aire a presión, haciendo hincapié en los zócalos de la memoria y en los zócalos PCI y VGA, asegurándonos de que quede toda la placa libre de polvo y de pelusas. Limpiamos muy bien los disipadores que tiene y, en el caso de que tenga algún ventilador, lo limpiamos muy bien, primero con la brocha y a continuación con aire, asegurándonos de que gira libre y suave.

Hemos de tener mucho cuidado con los condensadores (esa especie de tubitos negros), ya que son bastante frágiles y solo van soldados a la placa base por dos patillas. No debemos olvidar limpiar bien la parte trasera de la placa base (donde están los conectores del teclado, ratón, USB, etc.), procediendo como hasta ahora, es decir, primero con la brocha y a continuación con el aire. También limpiamos el disco duro y todas las superficies, pero solo con la brocha y el aire. En las superficies metálicas grandes (caja, unidades de DVD), podemos utilizar también un trapo seco. Una vez que tengamos la placa base y la caja limpia por dentro, procedemos a limpiar las memorias. rimero les quitamos el polvo con la brocha y después limpiamos bien los contactos. Para limpiar los contactos, primero les damos con suavidad con la goma de borrar, quitamos los restos de goma que puedan quedar y les damos con el trapo humedecido en alcohol. Cuando estén los contactos brillantes, los secamos muy bien con un trapo y volvemos a colocar las memorias en sus zócalos.

Con la VGA procedemos de igual modo que con las memorias, haciendo especial hincapié en la limpieza y buen funcionamiento del ventilador si lo tiene y del disipador, así como de los contactos. Una vez limpia la volvemos a colocar en su ranura. Después limpiamos las demás tarjetas PCI que tengamos, dejándolas bien libres de suciedad y limpiando bien los contactos y las colocamos en las ranuras que les corresponda. Por último, limpiamos bien las fajas, tanto las IDE como la de la disquetera, pasándoles un trapo seco, después les podemos pasar un trapo humedecido en alcohol y a continuación las secamos muy bien. Una vez que estén bien secas, las colocamos tal como estaban. Es importante que estén lo más recogidas que sean posibles, ya que así conseguiremos dos objetivos. El primero, estético y el segundo y más importante, cuanto más libre esté el interior de la caja, mejor ventilará. Es el momento de probar que todo funciona, para lo que volvemos a colocar el ordenador en su sitio, conectamos los cables (teclado, ratón, VGA, alimentación, etc.) y encendemos el ordenador, fijándonos en que todos los ventiladores funcionen correctamente y en que el ordenador encienda y funcione bien.

A continuación, abrimos los lectores de DVD y los limpiamos con la brocha, soplando además aire hacia el interior para que se limpie de polvo la lente y los engranajes. También soplamos aire en la disquetera y en todo lo demás que tengamos en el frontal de la caja (lectores de tarjetas, puertos USB, tomas de audio). Igualmente limpiamos la junta de la tapa de los lectores de DVD (muchas veces este es el motivo de que no abran bien).

Por último, cerramos la caja y la limpiamos por fuera. Para esto, podemos usar un trapo con alcohol o con cualquier limpiador, pero siempre el trapo húmedo, nunca echando el limpiador sobre las superficies de la caja, ya que podría entrar algo de líquido dentro del ordenador. Recordar que debido a los ventiladores y a la electricidad, los ordenadores atraen muchísimo el polvo, por lo que deberíamos realizar esta operación por lo menos una vez al año, preferentemente antes del verano. Una vez limpiado el ordenador, vamos a 'limpiar' un poco el software. Muchas veces tenemos el ordenador excesivamente cargado con programas que en realidad no usamos y que solo hemos cargado para ver como son. Si no los utilizamos, es conveniente borrarlos, sobre todo si son demos que ya han cumplido y ni siquiera funcionan. Para borrar (eliminar) programas hay un orden que debemos seguir si no queremos tener problemas. Primero, en Inicio, Todos los programas, iremos al programa que queremos eliminar y veremos si tiene algún desinstalador (desinstalar o Uninstal).

Si no tiene ningún desinstalador, nos vamos a Inicio, Panel de control, Agregar o quitar programas y lo quitamos desde ahí. Recordar que muchos programas nos piden que reiniciemos al desinstalarlos. Debemos reiniciar cuando nos lo pida, ya que de lo contrario no se desinstalarán bien. NUNCA debemos borrar directamente la carpeta del programa, ya que esto nos puede dar bastantes problemas después. Lo que sí podemos hacer es, una vez desinstalado el programa, eliminar la carpeta si es que no se ha eliminado sola. A continuación, en el explorador de Windows, nos vamos a Herramientas, opciones de carpeta, ver y marcamos Mostrar todos los archivos y carpetas ocultos.

Una vez hecho esto, reiniciamos y arrancamos en modo seguro (pulsamos la tecla F8 al iniciar) y abrimos el explorador de Windows. Nos vamos a la carpeta Windows ->Temp y borramos todo lo que contenga. A continuación nos vamos a la carpeta Documents and Setting -> NUESTRO_USUARIO -> Configuración Local ->Temp y borramos todo lo que tenga (en realidad, el contenido de esta carpeta se debería de borrar cuando cerramos Windows, pero a veces por mal apagado, falló al instalar algo, desinstalaciones o simplemente por estar mal algún archivo, estos no se borran y van ocupando espacio y ralentizando nuestro ordenador). También, si queremos (es muy conveniente), vaciamos las carpetas Cookies y Archivos temporales de Internet (esto lo podemos hacer desde Propiedades del Internet Explorer. Una vez eliminados los archivos de estas carpetas, nos volvemos a ir a Herramientas, opciones de carpeta, ver y marcamos No mostrar archivos ni carpetas ocultas. Reiniciamos y entramos en modo normal.

Una vez hecho este mantenimiento, le pasamos el antivirus (que debe estar correctamente actualizado), algún programa tipo Ad-Aware Personal (programa gratuito), algún programa anti espías (si no lo incluye nuestro antivirus) y por último, si queremos, algún programa de limpieza del registro, como el RegCleaner, que también es gratuito.

Bueno, ya tenemos nuestro ordenador listo para una temporada. Solo nos falta ordenarlo un poco. Para ello, nos vamos a Inicio, Todos los programas, Accesorios, Herramientas del sistema y ejecutamos Desfragmentado de disco. El desfragmentado lo debemos ejecutar en TODOS los discos duros que tengamos (ya sean físicos o particiones).


En cuanto a la limpieza del monitor, depende del tipo de monitor que tengamos, pero hay una serie de normas que son válidas para todos los monitores:

 

-Siempre es preferible limpiarlos frecuentemente que esperar a que veamos la pantalla borrosa.

- Para limpiar la pantalla, lo mejor es darle con unos toallitas húmedas, de las que venden para gafas y ópticas, nunca con limpia cristales ni con alcohol.

 

- Las partes de plástico las podemos limpiar primero con una brocha y después con un trapo húmedo en alcohol, pero NUNCA echar ningún líquido directamente sobre el monitor, siempre en un trapo y con este limpiar.

 

- Si la pantalla es TFT, debemos dar con mucha suavidad, sin hacer presión.

 

Una vez hecho este mantenimiento, veremos que nuestro ordenador va más rápido y además, al trabajar a menor temperatura, alargaremos si vida útil y evitaremos averías y fallos.

 

- Además de todo esto, hay una serie de consejos para un mejor funcionamiento y, sobre todo, para prevenir averías.

 

- No debemos colocar la caja del ordenador en un sitio cerrado, ni pegarla demasiado a la pared, para que pueda ventilar bien.

- Es conveniente que no esté directamente sobre el suelo, a ser posible, a unos 5 centímetros de altura como mínimo.

 

- Debemos tener los cables lo más recogidos y ordenados que podamos.

 

- Si vamos a estar tiempo sin usarlo, es conveniente que lo desconectemos de la corriente.

  

Como hacer una Limpieza y Mantenimiento de Hardware.

 
Muchas veces hemos recibido maquinas viejas las cuales están muy sucias, son muy ruidosas o funcionan mal. Todos estos síntomas pueden ser provocados por una gran acumulación de suciedad en el interior del chasis del PC. Obviamente las placas bases no se pueden limpiar con un balde de agua, al igual que un automóvil, pero podrán realizarla con objetos que pueden encontrar en cualquier casa. Solo deben seguir estos sencillos pasos:


Primer Paso:

 

Desarmar el Equipo:

 
Antes que nada procederemos a retirar las tapas laterales del chasis, y desenchufaremos todos los cables. Luego de eso sacaremos todos los componentes del PC a una superficie plana y estable, como una mesa.


Atención: Las descargas electroestáticas son una de las cusas frecuentes de daño en los módulos de memoria RAM. Estas son el resultado del manejo del módulo sin haber descargado primero, disipando de esta forma la electricidad estática del cuerpo o la ropa.

 

Si tiene una pulsera antiestática, úsela. Si no, antes de tocar los componentes electrónicos, asegúrese de tocar primero un objeto metálico con descarga a tierra sin pintar.

 

Lo más conveniente es tocar el chasis metálico dentro de la computadora. Luego limpiar el interior del chasis con una aspiradora y algún trapo con líquido limpiador, ya que si no lo hacemos, los componentes se volverán a ensuciar.

 

Hay algunos componentes de las maquinas viejas que recomiendo cambiar gracias al gran deterioro de ellos. Entre los más importantes se encuentran:

 

- Cables planos (perdida de transmisión).

- Jumper (posibilidad de cortocircuito o sulfatación).

- ventilador del microprocesador (desgaste de las aspas).

- La pila de la placa base (para tener la hora correcta, entre otros).


Segundo Paso:

 

Limpieza de placas:

 
Ahora seguiremos con la placa madre. Sacaremos todos los jumper y sacaremos el polvo soplando fuertemente y sacando la suciedad pegado con un trapo; en caso de que el lugar sea incomodo (como por ejemplo entre los slots) limpiaremos con un cepillo de dientes viejo apenas húmedo con alcohol, preferentemente isopropílico (también limpiaremos los contactos de los slots).

 
Hacer lo mismo con las placas de expansión y las memorias. Limpiar los pines con un trapo con alcohol (preferentemente isopropílico) y frotando con una goma de borrar blanca.


Atención: El uso de alcohol en la limpieza de componentes debe ser precavido y no exagerado. Cualquier contacto de líquido con un transistor, capacitor o chip puede dejar inutilizable la placa.


Tercer paso:

 

Mantenimiento del Microprocesador:

 
El microprocesador (micro) es uno de los componentes esenciales de los PC. Para una calidad de vida de nuestro micro es necesario un mantenimiento de este cada aproximadamente tres años.

 
Primero es recomendable cambiar el  ventilador (solo principalmente cuando las aspas están gastadas o pérdida de velocidad). Para saber si el ventilador tiene pérdida de velocidad solo hay que prender la máquina y observar por un tiempo si le cuesta girar o va demasiado lento (generalmente hay menos sonido al estar prendido).

 
Antes de volver a instalar el micro, poner grasa siliconada en el centro del micro y luego meter el ventilador (cooler). Lo que hará es mejorar la disipación del micro, evitando la temperatura del ventilador (la mayoría de los componentes electrónicos emiten calor gracias al paso de corriente).


Cuarto Paso:

 

Mantenimiento del Ectoresópticos:

 
Los lectores de CD´s, DVD´s o grabadores poseen en su interior un ojo denominado óptico (la lente del láser) el cual es uno de los elementos más importantes de estos dispositivos. Muchas veces, nuestro lector hace ruidos extraños, le cuesta leer CD´s o simplemente no los lee. El motivo más frecuente de este problema es la suciedad que cubre este ojo. La limpieza de ésta parece complicada pero en realidad no lo es. Solo se procede a sacarle los tornillos del lector (generalmente en el inferior de los costados) y sacar las tapas protectoras y la parte de delante de la bandeja. Luego limpiar esas tapas con una aspiradora o trapo (para que al cerrarlo no se vuelva a ensuciar). Adentro nos encontraremos con la bandeja y una plaqueta en la parte de abajo. Lo que haremos es soplar o sacudir el aparato para que al cerrarlo no se vuelva a ensuciar el ojo óptico. Después limpiar el ojo (muy cuidadosamente) con un trapo no muy áspero (puede ser un pañuelo) humedecido con alcohol isopropílico. Para no tener problemas no toquen ningún otro componente (como engranajes, cables, etc.). Luego armaremos el lector con las tapas protectoras.

 

Atención: Limpiar incorrectamente el ojo óptico puede dejar el lector inutilizable. Si sigue los pasos indicados tal como se dice y cuidadosamente no deberá tener ningún problema. En este momento ya podemos re ensamblar el equipo. La limpieza interior ya está completada.

 

Quinto Paso:

 

Limpieza de periféricos:

 
Como todos saben, los periféricos son la interfaz que comunican al usuario con el ordenador. El buen estado de los periféricos mejora la comodidad del usuario, lo que es muy necesario al pasar horas frente al PC. Uno de los periféricos que más necesita ser limpiado, es el Mouse a bolilla. Muchas veces ha pasado que el Mouse a bolilla no responde bien a nuestros movimientos. El caso más común es que las ruedas que son giradas por la bolilla se encuentren sucias, por lo cual no giren bien. Para limpiar las ruedas, antes que nada, hay que apagar el ordenador y desenchufar el cable, esto hará que trabajemos más cómodos y evitar que el cable se esfuerce al quedar estirado.

En la parte inferior del Mouse hay una pequeña tapa (generalmente redonda) la cual tiene dibujada un par de flechas, lo que haremos es girar la tapa hacia ese lado. Luego, cuando la tapa no se pueda girar más, la sacaremos junto a la bolilla. Ahora podremos ver tres ruedas de distintos tamaños, las cuales deberemos limpiar: tienen una pequeña suciedad de color negro que es la que atasca a las ruedas por lo cual no giran bien, por eso se debe sacar esa suciedad con un alfiler, hasta que se vaya por completo y la rueda gire bien.

 
Otro de las periferias más importantes es el teclado. La limpieza de este es muy simple y sencilla: Solo hay que pasarle una aspiradora entre los botones para sacar la tierra y el polvo y limpiar los botones, que a veces se encuentran engrasados, con un trapo humedecido con un liquido limpiador, como por ejemplo alcohol.

 
Para limpiar el monitor lo que haremos es limpiar la pantalla con un trapo humedecido con un líquido o crema limpiador, de arriba hacia abajo, con los cables desconectados. Muchas veces, en el caso de las impresoras de chorro a tinta, los caracteres o dibujos no salen en el papel como tendrían que salir, aun teniendo tinta. Lo que debemos hacer es levantar la tapa de la impresora (por donde se mete el cartucho) y limpiar de polvo ese lugar con un soplido y con un trapo humedecido con algún líquido o crema limpiador. Otra cosa que podemos hacer es sacar el cartucho y limpiar con un trapo humedecido con alcohol, ya que a veces la tinta se seca en ese sitio, impidiendo el correcto paso de color.


Recomendaciones:

Atención: Cuando se dice de humedecer un trapo con alguna sustancia limpiadora, cabe aclarar que es solo apenas húmedo, no mojado. Todos los procedimientos deben realizarse con los cables desenchufados.


· Esta limpieza es necesaria en máquinas o dispositivos viejos (con 2 o 3 años de antigüedad), pero no en máquinas o dispositivos nuevos.


· Hay veces que no todos los pasos son necesarios para un equipo, solo limpie los componentes que estén sucios, sean ruidosos o no se encuentren en buen estado.


· Muchos de estos procedimientos pueden resultar muy efectivos para la reparación de objetos, como la limpieza de placas de expansión.

· No esfuerce los componentes de la máquina, trátelos con cuidado y lleve a cabo todas las precauciones.


· Si tiene conexión a Internet, desenchufe el cable telefónico al final de cada día, especialmente en los días con tormenta. Los rayos eléctricos pueden traer descargas eléctricas muy potentes que no producen mucho efecto en los teléfonos, pero sí en los ordenadores (especialmente los módems y placas madres) pudiendo dejar algún componente inutilizable.


· No apague su PC si la volverá a usar dentro de poco tiempo. Si utiliza mucho la computadora, encienda el equipo y apáguelo al final del día o cuando sepa que no lo va a volver a utilizar. Cuando una maquina se enciende, pasa electricidad por los componentes lo que hace que estos se expandan, y al apagarla, se contraen. La constante expansión y contracción desgasta los componentes y reduce la calidad de vida.


· Configure la utilidad se suspensión del monitor. Esta utilidad está disponible en todos los sistemas operativos modernos. El tiempo de suspensión debe ser de entre 30 y 60 minutos de inactividad.


· Si su máquina está prendida por más de 6 horas, programe un reinicio. Hay muchos programas que permiten programar el reinicio del equipo. El WinOFF es uno de ellos y es muy efectivo.

  

COMO MANTENER NUESTRO DISCO DURO:

 

Consejos, Verdades y no tanto.

Uno de los temas que más debe preocuparnos en nuestro ordenador es el mantenimiento del disco duro, ya que es en él en el que tenemos instalado nuestro sistema operativo, nuestros programas y donde guardamos nuestros datos.

 
El mantenimiento de un disco duro se debe mirar desde dos aspectos diferentes. Uno es el mantenimiento del disco en sí, desde el punto de vista de hardware y otro es el mantenimiento del disco duro en temas de software.

 
Vamos a empezar por el mantenimiento del disco duro como tal, es decir, como un componente del ordenador, y de camino vamos a ver la verdad que encierran algunos comentarios que circular por ahí.

Mantenimiento del Disco Duro (Hardware):

 
El disco duro es un componente de hardware bastante macizo, pesado... y bastante delicado, que, como todo elemento de nuestro ordenador, necesita de una cierta atención.

 
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que se trata de un elemento de alta precisión, con unos discos internos que giran normalmente a 7.200 rpm y con unas cabezas lectoras que se desplazan a una gran velocidad a una distancia de los discos que se calcula en micras (una mota de polvo no cabe entre la cabeza y en disco), pero que en ningún momento pueden tocar este, ya que entonces ocurriría lo que se conoce como un aterrizaje de cabezales, con el consiguiente daño tanto para el disco como para el cabezal. Con todo esto, la primera conclusión que se saca es que no es nada recomendable hacer movimientos bruscos del equipo si este está encendido, ya que hay que tener en cuenta que si bien las cabezas cuando no están leyendo o escribiendo se encuentran en una posición de reposo (en los discos muy antiguos había que aparcar los cabezales), un golpe o movimiento brusco pueden desplazar los cabezales, produciéndose el aterrizaje ya mencionado. Con los discos externos debemos tener especial cuidado, ya que, aunque esté apagado, un golpe fuerte puede dañar el disco de forma irreparable. También debemos asegurarnos de que tenga las menores vibraciones posibles, ya que un exceso de vibraciones en el disco duro puede llegar a dañarlo.

Otro factor muy importante es la temperatura de funcionamiento del disco. Un disco duro suele tener una temperatura de trabajo de entre 45º y 50º, con un tope operativo de sobre 60º. Unas temperaturas superiores a estas pueden causar un mal funcionamiento y, a la larga, provocar una avería.


Es muy conveniente, sobre todo si nuestros programas o hábitos de uso del ordenador implican unos accesos al disco constantes y grandes, que le pongamos algún medio de refrigeración extra.


Hay en el mercado disipadores diseñados especialmente para los discos duros que no son caros y van muy bien.
También es conveniente limpiarlo a menudo. Recordad que el polvo hace de aislante e impide una buena refrigeración. Fundamental es que los voltajes que recibe sean los correctos (recibe tanto 12v como 5v), por lo que una buena fuente de alimentación y un estabilizador son dos cosas muy importantes para la salud de nuestro disco duro, aunque esto es común para todo el ordenador. Y ahora vamos a ver algunas ''cosillas'' y comentarios que circulan por esos mundos y vamos a ver su fundamento y verdad.

 

Preguntas de Interés:


- Formatear el disco duro acorta su vida y lo puede dañar:

 
No hay ninguna base en esta afirmación. Cuando se formatea un disco duro lo único que estamos haciendo son operaciones de escritura, y además el desplazamiento de los cabezales en este tipo de operaciones es bastante más lineal y constante que en una operación normal de lectura/escritura, por lo que el desgaste del disco es incluso inferior a cuando estamos trabajando con él.

 
Otra cosa es cuando se trata de un formateo a bajo nivel o de la utilización de programas de recuperación de discos. Estos procesos sí que suponen una altísima carga de trabajo para el disco duro y pueden acortar su vida útil, pero en ningún caso de forma significativa.

 
Además, cuando recurrimos a estos sistemas es porque tenemos serios problemas en el disco, y en la mayoría de los casos las opciones son o emplear estos sistemas o tirar el disco, lo que sí que acorta drásticamente su vida útil.


- Montar un disco en RAID alarga su vida:

 
Esta teoría sólo sería válida para un RAID 0 en varios discos, pero ojo, por montar dos discos no quiere decir que la vida útil se duplique, simplemente que van a tener menos carga de trabajo al repartirse las operaciones de lectura/escritura, pero esto, como ya hemos visto, sólo es una parte de la ecuación. En otros tipos de RAID no hay ninguna diferencia. El desgaste es mínimo en operaciones de lectura/escritura, y además los discos siempre están girando.

- Hacer varias particiones es bueno/malo para el disco duro:

 
Pongo bueno/malo porque se han dicho ambas cosas, y ambas son falsas. Para el disco duro no supone ninguna diferencia el estar dividido en una, dos o más particiones.

- Tal sistema operativo acorta la vida del disco duro:

 

Últimamente han circulado rumores de que Ubuntu acorta el ciclo de vida útil de los discos duros, sobre todo en portátiles. Esto es algo totalmente falso. La vida útil de un disco no depende del sistema operativo que tengamos instalado, sino de otros factores.

 

- Es mejor apagar el ordenador y volver a encenderlo que reiniciar (reseteo):

 
Pues para la vida del disco no. Mientras que apagar y encender supone parar el disco duro y volver a encenderlo, reiniciar no supone una parada del disco, por lo que el desgaste es menor. Por cierto, que lo que sí que es bastante perjudicial es apagar y encender el equipo sin dejar un cierto tiempo para que se detenga totalmente el giro del disco duro. En todo caso, siempre es mucho más perjudicial apagar o resetear desde el ordenador (con los botones de apagado o de reseteo) que hacerlo desde el sistema operativo.


- Es bueno apagar el ordenador cuando no lo utilicemos:

 
Pues si lo miramos bajo el punto de vista de un ahorro de energía, sí, pero si lo miramos bajo el punto de vista de mantenimiento del disco duro, no. Un disco duro es precisamente en los procesos de apagado/encendido cuando más sufre y más desgaste tiene, no porque tenga que trabajar más leyendo datos para el arranque, sino por el simple hecho de arrancar. En general podemos decir que se debe apagar el ordenador cuando el tiempo de inactividad de este vaya a ser superior a las tres o cuatro horas. Si el tiempo de inactividad va a ser menor son preferibles otros métodos, como suspensión, hibernación o inactividad, que producen un arranque del disco menos brusco que un apagado y posterior encendido del sistema. Lo que sí que es bueno en general es apagar totalmente el equipo, desconectándolo de la corriente.

 
La vida media de un disco se mide en ciclos de inicio/parada, y un disco normal suele tener una vida superior a los 50.000 ciclos (este es el mínimo que garantizan la mayoría de fabricantes), lo que hace que su vida útil sea bastante larga. Evidentemente hay otros factores que influyen en la vida útil de un disco duro, pero en condiciones normales de uso con un trabajo bastante intensivo esta vida útil está por encima (teóricamente) de los 30 años, siendo este ciclo superado en discos de gama alta y discos especiales para servidores.

 
En mi caso, tengo un Olivetti 80286 con casi 20 años y el disco duro es el original y funciona a la perfección (y eso que ni las calidades de los materiales ni la tecnología de fabricación eran las mismas en aquella época). Que un disco sólo nos dure un par de años tan sólo es síntoma de una baja calidad de este o, en la gran mayoría de las ocasiones, de un mal uso del mismo, del que sólo nosotros somos responsables.

 
Decir que un disco duro ha durado tres o cuatro años no es precisamente una buena marca. Hay que tener en cuenta que muchos fabricantes de discos duros ofrecen una garantía de tres años, y si hacen esto es porque no esperan ningún problema en ese periodo de tiempo. Y ya que en ello estamos, por todo lo expuesto anteriormente, es fácil comprender que la vida útil de un disco duro en un portátil sea inferior a la de un disco duro en un ordenador de sobremesa, a pesar de un especial diseño en cuanto a resistencia y tolerancia a golpes y vibraciones superior en el caso de discos para portátiles, así como unas inercias de giro bastante menores.

 
También influye bastante en este tipo de ordenadores los gestores de energía (sobre todo cuando funcionan a batería), que obligan al disco duro a un número excesivamente alto de paradas, y por lo tanto, de ciclos de inicio/parada. Y ahora vamos a ver un poco el mantenimiento del software, que sí que influye en su desgaste y vida útil, así como en su rendimiento.


- Mantenimiento del Disco Duro (Software):

 
Como ya hemos visto en la parte de este tutorial relativa al hardware, se ha dicho de disco en RAID, de apagar el ordenador, de particiones... pero muchas veces nos olvidamos de cómo ahorrarle trabajo a nuestro disco, y esto se hace manteniendo nuestro software en condiciones.

 
Una bueno forma es hacer un buen mantenimiento de éste de forma periódica, procurando que la información de se encuentre lo menos fragmentada que sea posible. Con ellos no es que las cabezas vayan a efectuar menos operaciones de lectura/escritura (que van a hacer las mismas), sino que los desplazamientos de las cabezas van a ser menos bruscos y menos amplios.

 
Esto va a afectar sobre todo al rendimiento del disco duro y de paso también en su conservación, ya que movimientos menos bruscos y amplios significa también generar menos temperatura. Por último, vamos a ver cuáles son los grandes enemigos de nuestro disco duro:


- Golpes y movimientos bruscos.

 
Esto es muy malo con los discos en movimiento, pero también lo es con los discos parados, incluso desconectados.


- Una mala alimentación.

 
Una mala alimentación y cortes o sobrecargas eléctricas pueden incluso dejar nuestro disco totalmente inutilizado.

- Una mala refrigeración.

 
Un trabajo constante por encima de su temperatura media de funcionamiento termina por bajar su rendimiento y por estropear físicamente el disco duro.


- Una fuente magnética muy intensa.

 
Una fuente magnética muy intensa no sólo nos puede borrar los datos, sino que puede dañar de forma irrecuperable los discos internos de nuestro disco duro. Evidentemente un disco duro está bastante bien protegido, pero cuando lo tengamos desinstalado debemos tener mucho cuidado y mirar muy bien donde lo colocamos. En fin, espero que este tutorial os sirva para disfrutar durante un tiempo bastante largo de vuestro disco duro, en la seguridad de que en condiciones normales lo vais a jubilar antes por viejo, lento y poca capacidad que por haber fallado por desgaste de uso.

 

Cuidados y Mantenimiento de una Impresora.

 
La impresora es un periférico que resulta a veces imprescindible, disponible desde unos precios bastante bajos y que en realidad no necesita unas atenciones excesivas, pero sí un cierto mantenimiento. Vamos a ver en qué consiste este mantenimiento:

 
Los materiales que podemos necesitar son pocos, ya que no es conveniente (ni en muchos casos posible) desmontar demasiado. Vamos a necesitar los siguientes materiales:

- Una brocha o paletina de unos 3cm.

- Un par de trapos de algodón.

- Un poco de alcohol (el mejor es el alcohol de limpieza o el de quemar).

- Un poco de grasa con base de grafito (la podemos encontrar en tiendas de electrónica).

- Es conveniente un bote de aire comprimido.

 
En general, y como cualquier cosa, debemos procurar que esté limpia de polvo y demás. Esto es fácil, ya que para ello tan sólo necesitamos una brochita, un trapo y un poco de tiempo y paciencia. Si es mucha la suciedad que se ha acumulado podemos emplear un poco de alcohol (siempre sobre el trapo, nunca directamente, y siempre después de haber eliminado todo el polvo), secándola siempre muy bien. En casos de suciedad extrema y grasas (como por ejemplo, impresoras de cocina en restaurantes), podemos limpiar el exterior de ésta con un poco de desengrasante (repito, SIEMPRE aplicando este sobre el trapo, NUNCA directamente sobre la impresora), pasando posteriormente un trapo húmedo para terminar secándola muy bien. Esto puede dañan algo las partes de plástico (pérdida de brillo y pérdida de logotipos impresos), pero se trata de eliminar la grasa acumulada, que siempre va a ser más perjudicial.

 
Debemos evitar llegar a estos extremos, ya que la acumulación de este tipo de suciedad puede provocar serias averías. En cuanto a un mantenimiento un poco mayor, vamos a ver cuál debe ser este, dependiendo del tipo de impresora:


Impresoras Matriciales:

 
Este tipo de impresoras ya prácticamente no se utilizan en la casa, pues tienen muchísimas desventajas en relación a una impresora de chorro de tinta, pero sí que se siguen utilizando en oficinas, ya que es el único tipo de impresora que permite imprimir en papel copiativo, ya sea continuo u hojas sueltas. Además de lo ya indicado, en estas impresoras es muy conveniente aplicarles de vez en cuando aire a presión por la zona del carro, ya que el papel continuo (que es el que más se suele utilizar en este tipo de impresoras) suele dejar bastantes residuos, los cuales hay que eliminar. Además, estas impresoras tienen un rodillo muy similar al de las máquinas de escribir, en el que se suele acumular tinta con el paso del tiempo, bien porque esta traspase el papel o bien por impresiones sobre el carro sin que haya papel. También se suele ''satinar'' con el roce del papel, lo que hace que pierda adherencia.

 
Este rodillo también se debe limpiar de vez en cuando. Para ello utilizaremos alcohol sin aditivos (no se debe utilizar ni limpia-cristales ni colonias). Con este alcohol empapamos un trapo y limpiamos de forma enérgica dicho rodillo, secándolo después muy bien. También debemos limpiar los carros de tracción, bien con una brochita o bien aplicando aire a presión.

 
Si observamos bien veremos que la cabeza de impresión se desplaza sobre una guía metálica. Debemos procurar que esta guía no se reseque, para lo que podemos aplicar de vez en cuando un poco de grasa con base de grafito (OJO, nunca debemos aplicar aceites ni vaselina, ya que estos tienden a secarse).

 
Esta grasa SOLO se debe aplicar si vemos que esta guía se encuentra muy seca, hasta el punto de impedir el desplazamiento suave del cabezal. En cuanto a la cinta impresora en sí, estas cintas se suelen gastar bastante, se suelen romper y desprender mucha suciedad (sobre todo las que están hechos con tejido de algodón) y además se secan bastante con el simple paso del tiempo, por lo que debemos vigilarlas y cambiarlas bastante a menudo. Son bastante económicas, pero el número de impresiones con una cierta calidad es muy limitado.


Impresoras de Chorro de Tinta:

 
Este tipo de impresoras son con mucho las más utilizadas en un uso doméstico. Salvo en cuidado externo no suelen ser impresoras que necesiten un mantenimiento especial si se utilizan habitualmente.

 
Los problemas con estas impresoras vienen cuando sólo imprimimos de tarde en tarde (este tipo de impresoras se estropean más por la falta de uso que por usarlas), ya que los inyectores son sumamente finos y la tinta tiende a secarse en ellos (algo menos las tintas originales, bastante las genéricas y mucho las de recarga).

 
Para evitar esto hay un método bastante simple que yo suelo recomendar, y que consiste en hacernos una plantilla (que puede ser en cualquier procesador de texto o en Paint) que tenga los colores básicos, es decir, negro, azul, rojo, verde y amarillo. Si no utilizamos la impresora, al menos una vez por semana debemos imprimir este patrón.

 
Todas las impresoras suelen tener unas herramientas de mantenimiento entre las que se encuentra una denominada Limpieza de cabezales. Esta herramienta es bastante eficaz cuando la impresión no es todo lo buena que debiera, y en realidad consiste en aplicar tinta con una presión superior a la utilizada normalmente. Esto nos puede limpiar unos inyectores algo bloqueados, pero el gasto en tinta para hacerlo es bastante alto, por lo que debemos evitar abusar de este sistema. Hay varias formas de incorporar los inyectores. En unos casos estos están en el propio cartucho de impresión (suele ser el caso de HP, Lexmark y alguna marca más). En otros los cabezales están en el mismo cabezal de impresión, pero es una pieza independiente que se puede sustituir fácilmente (es el caso de bastantes impresoras Canon) y en otros los cabezales se encuentran en la propia impresora, en el cabezal de impresión, pero estos no se pueden cambiar (los tienen que cambiar en el servicio técnico), como es el caso de Epson y algunos modelos del tipo Photo de HP y otras marcas.

 
En el caso de los cartuchos que incorporan el cabezal, si bien son más caros, estrenamos cabezales cada vez que cambiamos el cartucho, por lo que el mantenimiento de estos es inexistente. En el caso de los cabezales reemplazables, estos se deben cambiar cada cierto tiempo para un buen funcionamiento. Las marcas respectivas que utilizan este sistema indican cada cuanto tiempo se deben reemplazar estos cabezales. En el caso de impresoras en las que el usuario no puede reemplazar los cabezales ya hemos visto una forma de mantenimiento para estos.

 
Hay en el mercado unos cartuchos parecidos a los de tinta, pero que contienen un producto especial para la limpieza de los cabezales. Estos cartuchos no suelen ser demasiado caros es son un buen remedio ante cabezales muy sucios u obstruidos, algo que podemos probar antes de llevarla al servicio técnico. Cartucho de limpieza de cabezales para Epson de la marca G&G - Approx.


En general yo siempre aconsejo utilizar tintas originales. Realmente son más caras que las genéricas o recicladas, pero alargan bastante la vida de nuestra impresora y la calidad de impresión es superior.
Si nos fijamos, veremos que la cabeza de impresión se desplaza sobre una varilla metálica. Debemos evitar que en ésta se acumule suciedad y, sobre todo, que se reseque. Aunque tarda bastante en resecarse si utilizamos la impresora habitualmente, de no utilizarla también se puede resecar e incluso oxidar. Podemos limpia resta varilla con un trapo seco y a continuación aplicar un poco de grasa con base de grafito (nunca vaselinas). Esta grasa SOLO se debe aplicar si vemos que esta varilla se encuentra muy seca, hasta el punto de impedir el desplazamiento suave del cabezal.

 
También debemos vigilar la cinta de desplazamiento del cabezal (es una cinta fina y dentada). En cuanto veamos que empieza a deteriorarse debemos llevarla a cambiar, ya que su rotura puede causar averías más graves.

 
En la imagen podemos observar tanto la cinta de desplazamiento del cabezal como la varilla guía. En todo caso, debemos vigilar y limpiar cualquier mancha de tinta que veamos en el mecanismo de arrastre y/o sujeción del papel o del cabezal.

 
Si se trata de una impresora de gama alta puede resultarnos rentable llevarla cada cierto tiempo (dos o tres años) al servicio técnico oficial a que le hagan una revisión y limpieza interna.

 
No suele ser una operación cara y nos va a mantener en orden la impresora durante otros dos o tres años. En la bandeja de entrada de papel suele acumularse bastante suciedad, por lo que es conveniente limpiar esta bandeja con una brochita o, mejor, con un poco de aire a presión.

 
Impresoras Láser:

 
Las impresoras láser por lo general requieren menos mantenimiento que otros tipos de impresoras, pero este suele ser más difícil de realizar, por lo que ante fallos graves es preferible llevarlas al servicio técnico. Todas las impresoras de deben limpiar apagadas, pero en el caso concreto de la láser no sólo debemos asegurarnos de que están apagadas, sino también desconectadas de la red eléctrica. Dada la gran variedad de tipos de impresoras láser que hay en cuanto a la forma de colocación del tóner y de la unidad DUM, vamos a limitarnos a indicar que debemos mantener lo más limpia posible la bandeja de entrada de papel y el resto de superficies. Muchos tóner tienen una palanquita de limpieza. Es bueno utilizarla de vez en cuando. En cuanto al resto de los componentes, en este tipo de impresoras yo siempre recomiendo acudir al servicio oficial para su limpieza (dependiendo del uso, puede ser cada dos o tres años).


Resumen:

Las impresoras no necesitan unos cuidados especiales, pero tampoco podemos abandonarlas pensando que siempre van a estar ahí, ya que en ese caso lo más probable es que nos fallen precisamente cuando las necesitemos.

 
En general debemos evitar llegar a tener que utilizar para su limpieza otra cosa que no sea un trapo seco suave y una brochita o mejor aire a presión, ya que cualquier producto que utilicemos puede dañarlas (como habéis visto, tan sólo índico que debemos utilizar algún producto en casos de suciedad ya incrustada).


Nunca debemos aplicar ningún tipo de producto de limpieza ni de aceites en espray, ya que estos sí que pueden dañar seriamente nuestra impresora.


Solo debemos aplicar grasas con base de grafito en las varillas guía si estas se encuentran resecas, impidiendo el desplazamiento suave del cabezal de impresión, y siempre en muy pequeñas cantidades. Una vez aplicada ésta, debemos retirar cualquier resto de grasa que se acumule en los extremos de la varilla. Los cartuchos genéricos (y sobre todo los recargados) son bastante más baratos, pero también conservan peor nuestra impresora, y muy rara vez ofrecen la misma calidad de impresión.





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